La campaña ‘joven’ que nunca conectó

La campaña ‘joven’ de Mario Zamora nunca maduró. La experiencia y madurez están en la oferta política de quien lleva la delantera desde el inicio de la contienda electoral

Ninguno de los desesperados intentos en la campaña de Mario Zamora por ganar popularidad entre los sinaloenses le ha servido.

Ni las noches que ha pasado en las humildes viviendas de personas cuya confianza ha transgredido para intentar proyectar una imagen cercana a la población. Ni las visitas de senadores priistas Miguel Ángel Osorio Chong y Claudia Ruiz Massieu – dignos representantes del salinismo-peñismo y de la corrupción ligada a ese régimen – a la entidad para darle un impulso mediático. Aún menos le han servido los intentos de atacar a Morena y a su candidato, Rubén Rocha Moya, usando vilmente la tragedia de la Línea 12 del Metro de la Ciudad de México.

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Como lo demuestran las mediciones de encuestadoras hechas públicas la semana pasada, los sinaloenses quieren un cambio de gobierno y este lo encontraron con el candidato de la alianza MORENA-PAS.

Y es que los sinaloenses están hartos de la corrupción que representa Mario Zamora, aquella que ha llevado a la entidad al despeñadero, como antes lo hizo el PRI a nivel nacional. Los diferentes escándalos que caen sobre la figura del candidato de la coalición “Va por Sinaloa” así lo demuestran: los créditos otorgados a su suegro y cuñadas cuando estuvo al frente de FINRURAL, los señalamientos de la Auditoría Superior de la Federación por otorgamiento ilegal de créditos también en esta misma institución, el uso de recursos públicos para coaccionar el voto a través de la entrega de tarjetas “Puro Sinaloa”, la promoción de su campaña a través de los portales del gobierno estatal, por lo cual fue multado por el Tribunal Electoral estatal.

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A unas horas del segundo debate, Mario Zamora está por terminar de cavar su tumba política, ya que en ninguna de las encuestas logra superar al candidato de la coalición Morena-PAS, quien le aventaja en por lo menos 10 puntos porcentuales en las mediciones más conservadoras. A este candidato sólo le queda esperar el resultado oficial de lo que ya han decidido los sinaloenses: el cambio y la transformación.