Mario Zamora: un candidato artificial al estilo Televisa

Hijo de familia, nacido en cuna de oro y estudiante en escuelas privadas: ¿qué va a conocer Mario Zamora sobre andar con huaraches, caminar en la sierra y luchar por causas sociales? Nada. Y esa es la respuesta que se puede dar ante la forzada imagen de “hombre de pueblo” que buscan darle sus asesores. Una estrategia frívola e insensata, pero característica de los del viejo régimen.

Mucho lo presumen en redes sociales sus arfiles mediáticos como “El Travieso” Arce, quien, al puro estilo represor del PRI-PAN, amedrenta a los electores con “una bola de chingadazos” (sic) a quien no vote por Zamora. En las redes de este personaje, hay vídeos que indignan: en uno de ellos agradece al candidato de la alianza PRI-PAN-PRD por haberle pagado la cuenta de un lujoso restaurante.

¿Cuántas y cuántos sinaloenses desearían poder comer algo así? Por otro lado, tenemos al dadivoso aspirante a la gubernatura posando para una foto con una humilde señora sentada en la calle que vendía fibras para lavar trastes. Por supuesto que ni siquiera le compró…

¿Por qué? La respuesta es simple y fría. “El Travieso Arce” le funciona para promocionar su imagen y al boxeador, Mario Zamora le sirve para echarse unos billetes a la bolsa. Es un negocio redondo, ganar-ganar, dicen sus asesores. ¿Y la señora que vendía fibras? A Zamora sólo le importa lo simbólico, que se le vea junto a personas de escasos recursos para proyectar una imagen de cercanía con la gente. El voto de la señora sería un plus, un extra, o es más ni siquiera le importa.

Ese es Mario Zamora Gastélum. Frívolo, insensible, superficial. Aquel que se ve impecable frente a un campo cultivado con el esfuerzo de campesinos a quienes seguramente apenas les alcanza para comprarse huaraches, cinto o sombrero. Aquel que presume tenis caros en un tuit que después borró porque expresaba su verdadero yo: “ya saben como es uno” presumía. Aquel a quien las lágrimas le salen en su discurso porque así está escrito en su guion (sus asesores de imagen le han dicho que eso conecta con la gente).

Ese es Mario Zamora, un actor al estilo Televisa, un político al estilo Peña Nieto.