Sinaloa apuesta por la exportación de un tomate de cultivo especial

El Valle de Culiacán y Navolato son los puntos donde se produce este tipo de vegetal «más orgánico», con un proceso no tradicional

Frente a las exigencias del mercado internacional, la alta calidad en producción de tomates y otras hortalizas elevan la imagen del estado.

El tomate hidropónico es uno de los más vendidos en el extranjero, su sabor, calidad y precio, son completamente diferentes a los tradicionales.

El proceso se sitúa en los invernaderos que pueblan el Valle de Culiacán y Navolato, donde se ubican cientos de plántulas que se siembran por ciclos de 60 días, durante el proceso las matas son colocadas en costales de fibra de coco y se colocan de 100 en 100 costales por cada surco.

Cada costal tiene una medida de un metro y en cada uno de ellos se plantan cuatro matas de tomate, dando un total de 400 plantas por surco.

Durante su proceso de siembra y cosecha, los costales son regados con un sistema de aguas tratadas. Andrés, agricultor con más de 20 años de labor en el campo, explicó que a pesar de que los tomates hidropónicos son más orgánicos, también se protegen con fertilizantes, entre los que destacan nitrato de amonio y nitrato de potasio. Después de su ciclo de cultivo, el resultado por costal de siembra puede llegar a ofrecer hasta 30 kilogramos de producto.

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Cada costal tiene una medida de un metro y en cada uno de ellos se plantan cuatro matas de tomate, dando un total de 400 plantas por surco.

Durante su proceso de siembra y cosecha, los costales son regados con un sistema de aguas tratadas. Andrés, agricultor con más de 20 años de labor en el campo, explicó que a pesar de que los tomates hidropónicos son más orgánicos, también se protegen con fertilizantes, entre los que destacan nitrato de amonio y nitrato de potasio. Después de su ciclo de cultivo, el resultado por costal de siembra puede llegar a ofrecer hasta 30 kilogramos de producto.

A diferencia del corte de tomate tradicional, el hidropónico se corta con tijeras por racimos y después del corte, atraviesan por varios filtros de selección, lavado, empacado y registro.

“Se lleva al empaque por invernadero y ahí se le quita el tomate malo, después lo pasan al lavado de agua tratada y se seca con navajas de aire para pasar al proceso de empaque y etiquetado para después embolsarlo”, comentó.

La presentación del producto

Este tomate tiene diversas formas de venta y presentación. La primera se hace mediante cajas etiquetadas; la segunda es embolsado, donde cada bolsa contiene cinco tomates y la tercera es en cajas que pesan alrededor de 10 libras.

Cada caja de exportación es etiquetada por el campo agrícola, cada etiqueta contiene información para saber de qué invernadero proviene la planta, quién lo empaco y cuantas cajas salieron por invernadero, en caso de que el producto llegara a presentar algún problema.

Fuente: El Sol de Sinaloa